Mantenimiento y reparaciones de los relojes I: Relojes de cuarzo

24 de marzo de 2020

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Mantenimiento y reparaciones de los relojes I: Relojes de cuarzo

Mantenimiento y reparaciones I

Desde joyeriasendra.com queremos ayudarte a entender los relojes de la manera más profesional a la vez que cercana, y por eso te presentamos una serie de entradas en nuestro blog para que puedas resolver tus dudas o aprender un poquito más sobre estas hermosas herramientas de precisión de medición del tiempo.

En este caso toca el servicio de mantenimiento y reparaciones para un reloj de cuarzo.

 

1.- Cambio de pila básico:

Los relojes de cuarzo son precisos y económicos, y tan solo necesitan un mantenimiento muy pequeño y que usualmente es muy rápido.   Para la mayoría de casos, el mantenimiento consiste en el reemplazo o cambio de la pila, y esto puede hacerse habitualmente en menos de 5 minutos de forma correcta.  Pero aunque sea rápido y económico, es un proceso que debe de ser realizado por un técnico relojero titulado y cualificado; pero para que no penseis que es una afirmación trivial con afán de que no lo hagais vosotros mismos sino que tiene sus motivos y el trabajo del especialista está justificado, dejádme explicaros en que consiste y porqué debe hacerlo un relojero a ser posible con alguna certificación.   Y de paso, si al final os animais a hacerlo vosotros, lo haceis con conocimiento de causa.

Aunque los movimientos de los relojes de cuarzo sean realmente económicos (en su mayoría) y sean algo tan común hoy en día, hay que recordar que son herramientas de extrema precisión.   Un día tiene 86400 segundos, por lo que un reloj que atrase o adelante 15 segundos diarios sigue manteniendo una precisión del 99'826%, y los relojes de cuarzo rara vez pierden o ganan más de 2 segundos diarios (siendo la tolerancia habitual de 15 segundos al mes), aunque la precisión real se estima en los 30 segundos al año.   Todo esto es debido a que la precisión del cuarzo puede variar según la temperatura, pero como la temperatura puede variar durante el día y de unos dias a otros, unas compensan las otras y la precisión real es mayor si la medimos todo el año que por dias separados.

Debido a esta precisión, los relojes son máquinas delicadas al extremo, aunque la caja del reloj lo hace mucho más resistente a golpes, vibraciones, variaciones de temperatura, campos magnéticos,...   De hecho, si el reloj no es un reloj mecánico con grandes complicaciones, la caja y demás elementos externos son el principal foco de atención y el máximo exponente de la calidad del reloj y justificante del coste, aunque esto es un secreto poco reconocido por los relojeros.

Así, si entendemos que un reloj es una herramienta delicada, entenderemos porqué es preciso que lo dejemos en buenas manos si lo estimamos, y si el relojero es de confianza seguro que el precio que pagamos es el justo por el debido trabajo.   Aquí te ayudamos a entenderlo.

Para empezar, atenderemos a algunos de los problemas más graves y comunes que observamos en tienda respecto a trabajos realizados por otros relojeros o personas poco conocedoras, sin el más mínimo interés a la crítica, se trata de constatar un hecho:

  • Pila equivocada:   Movimientos de relojes hay muchos.   Es cierto que algunos son muy comunes mientras que la mayoría de referencias de movimientos son bastante específicos.   Por ejemplo hay algunos que tienen fases lunares, pero relojes que los usen hay poquitos.   Algunos movimientos de relojes son modificaciones de otros, por motivos de espacio y por cambiar la posición de la ventana de la fecha, básicamente.   Pero cada movimiento de reloj requiere la batería adecuada para él, que para eso se lo han trabajado los ingenieros, y es por eso por lo que cada referencia de pila botón de entre varias docenas que pueden haber tiene un tamaño distinto.   Casi todas las pilas de reloj tienen un voltaje de 1'55V, pero cada una puede ofrecer un amperaje distinto por lo que si esta no es la adecuada al cabo del tiempo acaba por dañar el mecanismo forzando la bobina y otros elementos y haciendo que con cada cambio de pila la batería dure menos y menos cada vez.   Esto es un proceso natural en los relojes de cuarzo ya que la electrónica acaba por fallar debido a la propia entropía de la naturaleza física de la materia, pero lleva mucho tiempo de forma habitual que llegue a aparecer, entre 12 y 20 años de vida continuada, y en cambio, un reemplazo de pila indebido es suficiente para que el proceso se acorte a tan solo 2 años y sea irreversible.   Además, usar una pila incorrecta puede llevar a colocar una pila más gruesa de lo debido que fuerce los engranajes o más pequeña y que se mueva de tal forma que no haga buen contacto, lo que también perjudica el funcionamiento del reloj y puede dejar secuelas.   La mayoría de relojes usan las pilas 364 y 377 que, además, son con diferencia las más económicas (probablemente por ser las más habituales se reduzca el costo de fabricación), y por eso muchos "cambiapilas" solo usan esas por abaratar unos céntimos, esto es un grave error y la única forma de asegurarse un buen servicio es acudiendo a un buen especialista
  • Marcas de dedos:   Un fallo muy habitual incluso entre relojeros "de los de toda la vida" es el de tocar con el dedo la pila.   No quiero decir que se haya cometido una barbaridad y se haya hecho un auténtico estropicio, esos casos los dejamos aparte, pero en algunos relojes que nos llegan se aprecia la huella dactilar por todo el movimiento del reloj porque quien haya cambiado la pila con anterioridad no sabía lo que estaba haciendo, aunque lo haya hecho miles de veces.   Esto puede parecer trivial, pero la poca grasa del dedo que puede quedar en el interior del reloj puede comerse los baños inoxidables de la pila a medio plazo y hacer que el microóxido empiece a aparecer.   Recordar que con cada cambio de pila al reloj le entra aire nuevo, y si tenemos una corriente eléctrica y oxígeno, el óxido acaba por aparecer.   Toda precaución es poca.   Los cambios de pila han de hacerse sin tocar la pila o el reloj por dentro en ningún momento.   Las pilas deben manipularse mediante pinzas adecuadas y si hay que colocarlas ejerciendo presión se usa la parte trasera de las pinzas o el dedo con un dedál de silicona, llamado mitón, dieñado para tal efecto, y solo en los talleres especializados disponen de tal herramienta aunque sea muy sencilla y económica.   Y en el caso de que haya un toque accidental o que por el diseño del reloj sea inevitable para poder colocar la pila el uso de las manos, hay que limpiar con un palo de piel llamado crampón.   Lo importante es no dejar secuelas de ningún tipo en el reloj o minimizar el impacto de estas en caso de producirse.
  • Quitar o manipular mal la junta:   En un reloj sumergible las juntas son un elemento que debe de estar en perfectas condiciones, pero aunque no lo sea, la junta siempre es imprescindible.   La junta de plástico, si no está en buenas condiciones, quedará totalmente deformada tras una apertura.   Antes de abrir el reloj puede cumplir su función incluso estando deteriorada porque está a presión en su espacio adecuado, pero si no está en buenas condiciones al abrir el reloj quedará deformada y ya no será posible colocarla adecuadamente, en algunos casos siendo esta deformidad muy evidente o incluso estar rota en varias partes.   El relojero debe inspeccionar la junta aunque solo se trate de un cambio de pila rutinario y el cliente no desee ninguna otra actuación, pero las juntas son económicas y los relojeros profesionales suelen tener todas las necesarias, que no son pocas.   En el caso de no estar en buenas condiciones, el relojero debe reemplazarla (nosotros lo hacemos sin cobrarle al cliente ningún cargo adicional), e informar al cliente para que sepa qué actuaciones se han llevado a cabo con su reloj.

2.- Mantenimiento básico:

Cuando el cliente lo desee, puede ofrecerle a su reloj un servicio de mantenimiento básico para asegurarse el correcto funcionamiento del mismo, el cuál suele consistir en:

  • Cambio de pila básico
  • Cambio de juntas y hermetismo
  • Comprobación del consumo y precisión del reloj

El cambio de pila es fundamental que se efectue con cada apertura de caja de un reloj de pila.   Es importante para conocer el estado del reloj saber, de un modo aproximado al menos, la duración de la pila que lleva, es decir, que en la medida de lo posible indicarle al relojero cuando se realizó el último cambio de pila, ya que esto puede ser un síntoma, y la mejor manera de conocerlo es recordar a nuestro relojero la fecha del último cambio.   Si lo llevamos a darle un mantenimiento y no se le cambia la pila por considerar que está en buenas condiciones, a parte de ser ineficiente, corremos el riesgo de no acordarnos y pensar que sí se cambió la pila.   Si se abre el reloj, la pila ha de ser cambiada aunque se la hayamos cambiado hace pocos meses, ya que hay que evitar abrir el reloj constantemente.

El cambio de juntas incluye la del fondo de rosca, la limpieza de los tubos de la corona y de los pulsadores, de tenerlos, la limpieza de la parte interior de la caja, el reemplazo de las juntas de esos tubos y ocasionalmente puede implicar también desmontar el cristal y volver a cambiar sus juntas y volverlo a sellar si se observa que el reloj ya tiene unos años o hay arañazos en el cristal o la caja.   Los cristales van pegados con un pegamento especial sensible a los rayos untravioleta (UV), por lo que es necesaria una lámpara de rayos UV para que selle, y este tipo de lámparas no está disponible en cualquier taller (aunque es la misma, o similar, a las que se usan en el secado de uñas).

El hermetismo consiste en el cambio de estas juntas según lo mencionado anteriormente además de engrasarlas con una grasa hecha en base a silicona, y posteriormente el famoso test de vacio.   Hay clientes que erroneamente creen que al reloj se le mete presión, y esto es un error.   Incluso alguno insistentemente nos ha indicado que ha visto como le hacían el sellado introduciendo el reloj en una cámara hiperbárica.   Esto es un grave error.   Los test son los que pueden realizarse a presión, tanto negativa como positiva, y son eso, tests que estudian la deformidad del cristal o la condensación del reloj para determinar si es apto para el uso acuático.   Sellar el reloj "al vacio" o con presión podría dañarlo seriamente si el reloj estuviese expuesto a condiciones sensiblemente diferentes de a las que se realizó esta chapuza, por ejemplo al dejarlo al sol o al quitárnoslo durante una noche muy fria.   La física es más sencilla de lo que parece.

La comprobación del consumo del reloj se realiza con el movimiento del reloj sin la pila, conectándo a una herramienta de relojero especial (en nuestro caso, nuestro cronocomparador lo hace) los bornes del circuito en los lugares especificados (habitualmente los propios bornes donde se coloca la batería).   Esta herramienta nos dará el consumo en pico y con esa información la compararemos respecto al consumo que da el fabricante, que da un rango de tolerancia.   Si el movimiento consume más que lo indicado por el fabricante se debe informar al cliente junto con el presupuesto de la reparación para su evaluación por el cliente.   Habitualmente, en los relojes de cuarzo, la mejor reparación es la de un cambio de movimiento, aunque unos pocos relojes puede compensar realizar un mantenimiento del reloj, lo que implica la típica "limpieza y repaso".   Reemplazar el movimiento suele ser mejor porque es económico, rápido y encima nos ponen una máquina nueva que es la misma que la original pero que puede incorporar mejoras en el rendimiento o la precisión.

La comprobación de la precisión del movimiento se realiza también mediante la herramienta llamada "cronocomparador", la cuál mediante unos sensores de alta precisión "escucha" el reloj al activar el motor del segundero.   Tras unos segundos, el cronocomparador nos indica la precisión media. siendo una tolerancia razonable la de ± 15s/dia, aunque un reloj de cuarzo rara vez supera los ±2s/dia.

3.-   Mantenimiento completo:

El mantenimiento completo del reloj incluye los trabajos realizados en el mantenimiento básico y adicionalmente puede incluir los siguientes trabajos:

  • Cepillado de caja:   Se pule la caja dejándole un acabado mate menos sensible a los arañazos
  • Pulido de brazalete:   Se pule el brazalete para darle un acabado lo más similar posible al original, siendo posible los acabados mate/brillo
  • Limpieza del brazalete:   Los brazaletes pueden acumular suciedad fruto del uso normal y las grasas naturales de las personas.   Hay quienes los suelen usar en la ducha, aunque es un uso que desaconsejamos, y esto minimiza este impacto al limpiar el reloj con agua caliente jabonosa, algo que para el reloj en sí no es muy bueno, pero por lo demás es un proceso normal que no implica falta de higiene ni nada similar.   Se desmonta el brazalete y se limpia en una máquina de limpieza por ultrasonidos con agua y productos jabonosos especiales para tal efecto.
  • Reemplazo de correa y pasadores:   Si el reloj viene con correa de piel, esta puede estar muy deteriorada y puede ser necesario reemplazarla.   Este trabajo puede hacerse a parte, ya que las correas de piel tienen una vida útil de 1 a 4 años dependiendo del tipo de correa y el uso que se le de, pero si a la hora de hacerle el mantenimiento vemos que ya le toca, se puede adelantar un poco este cambio y terminar el trabajo teniendo un reloj "como nuevo".   De igual manera, los pasadores tanto de correas como brazaletes, tienen muelles que acaban por oxidarse.   Un mantenimiento "fino" incluye el reemplazo de estos, aunque a simple vista no se aprecie.   La correa de reemplazo puede ser la original o una compatible, habiéndolas muy buenas y de producción nacional.   joyeriasendra aconseja que si encontramos una original en cuanto a diseño, colores o materiales, cambiar de correa y no buscar la misma.   Si no es que nos encanta la original, cambiar de correa nos hace ver el reloj como si fuese uno nuevo.   Es una sensación muy satisfactoria, además que algunas correas son mejores que las originales.
  • Comprobación de los eslabones y el cierre:   En los brazaletes, los eslabones suelen ir anclados unos a otros con tornillos (en los relojes de gama alta) o habitualmente con pasadores tipo horquilla u otros.   Se puede hacer una comprobación rutinaria para determinar si alguno de los pasadores ha sufrido un desgaste excesivo o está oxidado y necesita reemplazo.   De un modo similar, los cierres de los brazaletes pueden tener flejes o partes fijas metálicas que con el uso se hayan aflojado perdiendo fuerza.   Esto puede ser corregido, pero el usuario debe entender que el cansancio mecánico hace que cada vez sea más fácil que el cierre pierda su firmeza original.   Es como cuando doblamos una pequeña barra de metal, que cada vez queda más "dulce" y es más sencillo hacerlo hasta que se parte.   Puede darse el caso de que sea necesario el reemplazo del cierre, pero no es algo muy habitual.
  • Si el reloj tiene un cristal de aumento para la fecha, muy típico en los rolex, este cristal va pegado.   El mantenimiento extra puede incluir despegar este cristal, limpiar bien ambas partes, y volver a pegar para asegurarse el mejor de los estados posible para este elemento.
  • Restauración de la esfera.   En raras ocasiones nos encontramos relojes muy antiguos que han estado guardados en un mal estado para su conservación, habitualmente por problemas de humedad, y la esfera se ha oscurecido o incluso oxidado.   Esto habitualmente solo se hace como decimos en relojes muy antiguos, el típico reloj "del abuelo" o del padre al que se tiene un cariño muy especial, o en casos de deterioro muy visible por haber expuesto el reloj al agua durante mucho tiempo.   Para esos casos, se puede ofrecer un servicio de restauración de la esfera que se hace a mano por empresas especializadas, de las que probablemente solo haya 2 o 3 en toda España, y que da unos resultados espectaculares.   Vale un buen dinero, pero es totalmente recomendable si el reloj lo necesita.